lunes, 21 de mayo de 2012

Historia de vida

Los idiomas extranjeros que han estado y están presentes en mi vida son el inglés y el italiano. Aún el alemán no puedo incluirlo, pero espero que pronto así sea.

El inglés lo estudié en el colegio, en el instituto y dentro de alguna asignatura optativa de la carrera. Y empecé a usarlo diariamente en Irlanda, donde realmente fueron unas prácticas con el idioma, desde darme de alta en el sistema de la seguridad social de allí, hasta convencer a un tipo con pinta rara que me cerró el paso en el baño del “McDonald’s” para que me dejara salir.

En cuanto a los ámbitos de uso del inglés hoy en día, en el público me sirve para comunicarme en aquellos países que visito y entender cárteles como por ejemplo los explicativos en un museo, en el personal para escribirme con amigos extranjeros. Educativo y profesional no los uso, aunque bien es cierto que el último hasta hace poco sí, ya que en el aeropuerto trabajaba cara a los pasajeros y tenía que informar con mucha frecuencia en inglés.

Respecto al italiano, lo estudié realizando un curso en Florencia y otro en Roma, aunque realmente donde me solté fue en el día a día comprando en el supermercado, reservando billetes de tren y solicitando información turística de los sitios que iba conociendo, hablando con los compañeros de piso y otros universitarios, etc. Sin duda, el hecho de estar ahí y abarcar todos los ámbitos, profesional incluido en Roma, donde trabajé para una pequeña empresa como becario, me ayudó a sumergirme de lleno en esa cultura y por supuesto en esa lengua.

Actualmente, sólo utilizo la lengua transalpina en el ámbito personal, desde felicitar el año nuevo por mensaje a amigos italianos, rastrear las páginas web de la “Mtv” de aquél país o del periódico deportivo de mayor difusión, “La Gazzetta dello Sport”.


Es verdad que dejar de practicar cualquier idioma pasa factura y se olvida rápido, pero por otra parte los idiomas son muy agradecidos y te aportan tantas cosas…
  


En el aeropuerto daba las gracias a los pasajeros en lenguas varias como el finlandés, sueco, lituano…y de verdad que la mayoría te miraba con una sonrisa, ¡a saber cómo lo había pronunciado!.

Para terminar y a modo de curiosidad, cuando visito un país intento también aprender alguna palabra del idioma en cuestión y ¡ probar la cerveza local !.

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